"Estimado presidente U Htin Kyaw y Su Excelencia consejera de estado Daw Aung San Suu Kyi:
Mi nombre es hermana Verdadero Vacío Chan Kong, la hija espiritual de más edad del maestro zen Thich Nhat Hanh.
Con la mayor humildad y sensibilidad, aludo a cuestiones relacionadas
con el pueblo y las autoridades de Myanmar. No me atrevo a condenar a
nadie, ni a pedir esto o aquello, ni a exhortar a nadie a hacer
cualquier cosa. Mi única esperanza es ofrecer una enseñanza muy simple,
aunque profunda, dada por el Buda Shakyamuni, cuya sabiduría ha sido
reverenciada durante 2600 años.
El Buda enseñó que cuando vemos algo y cuando oímos algo, tenemos la
impresión de que podemos ver de verdad y con exactitud el objeto de
nuestras percepciones; estamos seguros de que nuestras percepciones son
100 % correctas. Sin embargo, de acuerdo con las enseñanzas del Buda,
las percepciones humanas son, de hecho, solo parcialmente correctas. Las
percepciones pueden ser correctas en algunos sentidos, y sin embargo
incorrectas en otros sentidos.
Las percepciones que la policía o el Gobierno de Myanmar pueden tener
en relación con los periodistas Wa Lone y Kyaw Soe Oo son solo
percepciones. No es la realidad completa. ¿ Cómo puedo osar decir esto
yo, una vieja monja budista? Porque mis amigos y yo hemos tenido ocasión
de conocer, a través de varias fuentes, el entorno de esos dos hombres,
Wa Lone y Kyaw Soe Oo, que proceden de humildes familias campesinas, y
sin embargo son brillantes, sagaces y compasivos. Hemos sabido el modo
en que vive Wa Lone: a pesar de tener muchas responsabilidades, aún
tiene tiempo para escribir un libro para los niños pobres del campo,
jugar con ellos y realizar lecturas para ellos. Hemos sabido cómo el
poeta Kyaw Soe Oo disfrutaba escribiendo poesía antes de decidir
embarcarse en una carrera de periodista, y esto prueba que se interesaba
más en la belleza poética que en condenar o juzgar a otros como
periodista.
Durante los últimos 2600 años, muchos discípulos del Buda Shakyamuni
han confirmado que nuestras percepciones son siempre parciales. Una
analogía que nos ofrecen es la de los ciegos tocando un elefante. La
persona que toca los colmillos del elefante piensa que el elefante es
algo puntiagudo y duro que puede ser muy peligroso. La persona que toca
el rabo piensa que el elefante debe ser como una escoba. Y la persona
que toca las patas piensa que el elefante es como un conjunto de
columnas. Ninguno puede percibir el elefante en su completitud. Lo mismo
sucede con respecto a nosotros y nuestras percepciones; nuestra
percepción de la situación es parcial e incompleta.
Otra analogía que ofreció el Buda es la de un rollo de cuerda en el
suelo. Vemos la cuerda y reaccionamos inmediatamente, convencidos de que
es una serpiente enorme. Nuestra intención es matar a la serpiente lo
más rápidamente posible. Solo más tarde nos damos cuenta de que solo era
una cuerda.
Durante la guerra de Vietnam, en mayo de 1966, dos de mis amigos de
la Escuela de la Juventud para el Servicio Social murieron por una
docena de granadas lanzadas por unos hombres enmascarados. En el funeral
de nuestros dos amigos leí un breve discurso diciendo que no estamos en
contra de vosotros, asesinos de mis dos amigos; nuestro único deseo es
eliminar la percepción errónea que tenéis de nosotros. Queríamos
decirles que, de hecho, solo somos jóvenes de buen corazón que se
ofrecían para ser entrenados por nuestro maestro zen Thich Nhat Hanh
para ir a los pueblos más pobres en el campo, pueblos sin escuela para
los niños, sin servicios médicos para los enfermos. Queríamos hacerles
saber que no les odiábamos, y que solo queríamos eliminar las
percepciones erróneas que tenían sobre nosotros. Sabíamos que lo que
habían hecho parecía cruel. Sin embargo, sabíamos que lo habían hecho
porque pensaban que éramos serpientes venenosas y querían matar la
serpiente en nosotros, y librar al mundo de gente peligrosa como
nosotros. Y, sin embargo, en realidad éramos simplemente sus humildes
hermanos y hermanas jóvenes, que amábamos sinceramente a los niños del
campo que no tenían escuela ni cuidados médicos, y que necesitaban
ayuda.
Querida bodhisattva Daw Aung San Suu Kyi, querido honorable
presidente de Myanmar U Htin Kyaw, les ruego que reconsideren sus
percepciones sobre Wa Lone y Kyaw Soe Oo. No busco juzgarlos o
condenarlos. Como una humilde monja, hija espiritual de Thich Nhat Hanh,
los invito a que vuelvan a su respiración, tocando la serenidad que
está presente cuando inspiran y la claridad que está presente cuando
espiran. Al enfocarse solo en su respiración, hay paz cuando inspiran,
hay compasión cuando espiran. Por favor, ofrézcanse el regalo de un día
sin nerviosismo ni odio. Les ruego que no me comprendan mal; no los
estoy condenando a ustedes, o sus decisiones. Tal vez en uno o dos días
ustedes estarán contentos por no haber juzgado mal a unos queridos y
bellos hijos de Myanmar como Wa Lone y Kyaw Soe Oo. Sabemos que aman a
todas las personas de Myanmar, pero que la compleja situación les impide
actuar como el Buda en ustedes desearía. Escribo esta carta no para
juzgarlos sino para tocar el Buda Tranquilo, el Gran Bodhisattva
Compasivo en ustedes, de tal manera que el amor benevolente pueda
florecer en ustedes, y puedan superar los obstáculos que les han estado
bloqueando.
Namo Shakya Muni Buddhaya
Namo a todos los budas de Myanmar
Namo a todos los budas de Myanmar
Sabemos que la compasión, el amor benevolente existen en su corazón.
Con profunda gratitud,
Con profunda gratitud,
Bhiksuni Verdadero Vacío Chan Khong. Senior de la comunidad budista zen de Plum Village".
Fuente: https://tnhspain.org
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